- Anormalidad congénita del aparato valvular tricuspídeo que cursa con insuficiencia valvular (frecuente) o estenosis (infrecuente).
- Observada con más frecuencia en perros de razas grandes y especialmente en Labrador Retrievers, Boxers, Pastor Aleman, Bulldog Ingles y Bullmastiffs. En Labrador Retrievers, la asociación con fibras musculares atrioventriculares anómalas es frecuente, creando un sustrato anatómico para las taquiarritmias de reentrada, pudiendo resultar en una severa cardiomiopatía taquicardia-inducida con dilatación de las cuatro cámaras e hipoquinesia.
- En humanos y en el perro una particular forma de displasia tricuspídea llamada “anomalía de Ebstein” se decribe como una inserción muy distal de las valvas tricuspídeas en el ventrículo derecho creando un aspecto de “atrialización” del ventrículo derecho.
- Las malformaciones pueden incluir las valvas malformadas y engrosadas, cuerdas tendinosas excesivamente largas o cortas y conexiones promientes entre músculos papilares mediales y laterales. En el perro son frecuentes unas cuerdas tendinosas cortas o ausentes con un asentamiento de la valva directa en el musculo papilar. En válvulas muy afectadas se suele esperar una dilatación masiva de la aurícula derecha junto con una hipertrofia excéntrica significativa del vetrículo derecho.
- Los flujos de regurgitación tricuspídea no suelen ser superiores a los 3.5 m/s y la profundidad del área del Doppler color se correlaciona con la severidad de la displasia valvular.
- Las malformaciones leves estan asociadas a afecciones más sutiles y existe más controversia en estos diagnósticos ya que algunas válvulas displásicas pueden ser simples variaciones de la normalidad.
- Algunos gatos han sido descritos con estas lesiones.
- Las mejores vistas ecocardiográficas para su diagnóstico son el eje largo paraesternal derecho de cuatro cámaras y la apical izquierda de cuatro cámaras.
- Vídeo de un caso de Displasia de la válvula tricúspide en mi canal de You Tube: